El orgullo nos ayuda a veces a subsistir de las terribles masacres morales
de la humanidad, de aquellos ataques que de ser con armas nos dejarían muertos,
o gravemente heridos.
Pero de que sirve ser soberbio cuando alguien tiende la mano, porque
negarse a pedir perdón o reconocer una falta, porque no extender la mano a
quien nos ofrece una salida, porque no es digno de ese “amor propio” y sobre valoración
del concepto del "YO", y es que no podemos rebajarnos a la altura o dependencia de los demás.
He aquí que radica el doble filo de la soberbia, porque entonces se
convierte en un estúpido que se niega a aceptar una derrota a cambio de una
nueva victoria, de que sirve no aceptar un pan a la mesa si vuestros hijos
mueren de hambre, de que sirve no pedir una disculpa y a cambio pasar la noche fría,
de que sirve creerse el omnipotente si nadie lo puede solo.
Y el soberbio dirá yo he podido hasta ahora, y es una simple insensatez y
bravura inocua, porque alguien ha fabricado su ropa, sus alimentos, los medios
y transportes, tonto, jamás podrías solo, porque hasta el conocimiento ha sido
construido por alguien más capaz e inteligente que tú mismo.
Se humilde y edificaras tu grandeza, se amoroso y expandirás tu reino, se
atento y te llenarás de buen consejo, se agradecido y la esperanza lloverá en
tu regazo, más no te rindas, se valiente, se fuerte, se perseverante y no dejes
de intentar, pero descansa y acepta solo no podrás y con ayuda lo vas a lograr y te vas a elevar.
EL ORGULLO TE DEJARÁ EN LA PENUMBRA DE LA IGNORANCIA Y EN LA TRISTE
SOLEDAD.
No hay comentarios:
Publicar un comentario